El Poder de la Palabra

Aquel que tenga a la palabra como un arma será el más fuerte, sólo hay que saber cómo utilizarla. Siempre acostumbramos hablar en nuestro diario vivir sin saber que estamos ayudando o degradando el alma del oyente. Las palabras para nuestra vida, son el reflejo de lo que somos, lo que recibimos en la educación, nuestra sombra, nuestras costumbres y hasta nuestra propia personalidad.

Aquel que conoce el poder de la palabra, presta mucha atención a su conversación. Vigila las reacciones causadas por sus palabras, pues saben que ellos no retornaran al mismo punto sin haber causado su efecto. Por ello Bentito Mussholini expresa: el poder de la palabra tiene para los gobernantes un valor sin límite. Que debe variarse constantemente. A la multitud hay hablarle poderosamente, con lógica, amor, coherencia y persuasión.

El estilo de vida va de acorde con lo que se habla, la forma de hablar, cada frase pronunciada, son material acumulada para llegar al éxito o la miseria. La palabra puede salvar vidas, pero también puede ocasionar la muerte, la palabra puede generar la guerra, pero también puede traer la paz y la armonía en nuestros hogares; está en saber utilizarlo. Las palabras tienen el suficiente poder para crear el mundo.

Todo lo que hablamos, ya sea de un amigo, nuestros hijos o de uno mismo se va materializando y formando en su realidad. Por muy mal que le vaya en la vida, el poder de la palabra puede atraer a la buena suerte a través de las oportunidades. El secreto está en dar la contraria a todo lo que nos pasa. Si estamos tristes, soy el hombre más feliz; si se sienten feo, dígase que es hermoso. Como verán cada palabra será recogida por nuestro subconsciente para luego aflorarlo en nuestro camino.

Controlar las situaciones con la palabra, el camino para definir una situación, y una vez definida y clasificada, responder a esa situación con la táctica apropiada. Cuando un profesional es capaz de clasificar y delimitar una situación, entonces está en condiciones de poder controlarla, entonces decimos que posee el poder.

La mente viaja en miles de direcciones y podemos pasarnos días atrapados por una sola creencia en nuestra propia estupidez. Más tarde una persona puede atrapar tu atención y usando su palabra te hace creer que no eres estúpido. Crees lo que esa persona te ha dicho y haces un nuevo acuerdo. Un nuevo hechizo se ha roto, solo por el poder de la palabra.

Creo que lo más sencillo es decir siempre la verdad, enseñar lo que hacemos, con sencillez, sin ceremonias, y que el resto viene por sí solo. Porque gracias a la palabra podemos hablar con el alma.