Cómo se forma un Orador de éxito

¿el orador nace o se hace?

Todos los años trabajamos con personas que afanan hablar bien frente al público. Pero grande es la sorpresa, cuando se escucha su escepticismo sobre sus capacidades de poder lograr el éxito.

Ganar confianza en sí mismo es lo que necesita. Todos pasamos por esto, siempre tendremos miedo a algo, como estar frente a un público, se nos pone la cara roja, sudores en la frente, caminar desesperadamente o moverlos y poner las manos en los bolsillos.

La oratoria es una disciplina, que solo se logra, a través de la práctica constante, y el deseo ardiente de superación. No bastara recibir teorías en cursos o academias de oratoria, como muchos lo hacen. No obstante el INSTITUTO IBEROAMERICANO SUPERASION PERSONAL Y EMPRESARIAL “EXCELENCIA INTERNACIONAL” se ha preocupado en envestir la practica sobre la teoría, así como la natación y el deporte y hasta las carreras profesionales se aprende y se emprende, practicando presencialmente, actuando, siendo protagonista del procesos de desarrollo de nuestros oradores.

La primera vez que asistí a este maravilloso curso (hace algunos años cuando todavía no era profesor de oratoria), sentía mucho miedo. No sabía absolutamente nada de lo que es estar parado en frente de un público. Comenzamos a aprender la POSTURA DEL ORADOR. Poniendo una palma de la mano sobre la otra, separando un poco los pies y mirando fijamente adelante. Manteniendo el cuerpo erguido y los pies firmes. Descubrí, que estaba proyectando seguridad (porque en realidad estar bajo estas recomendaciones lo destellaba). Luego seguimos con el CONTACTO VISUAL; aún recuerdo esa famosa frase que escuche por primera vez: “deben pensar que ustedes están mirando al público, para que se sientan seguros”. Cada vez que salía a exponer, pensaba por el contrario: “me están mirando”, me creerían si les dijera, que el color de mi cara, se volvía del color de un tomate.

El primer ejercicio, consistía en subir al escenario, llegar al centro, hacer la postura y mirar por unos segundos al público. Luego, hacer lo mismo, pero diciendo nuestro nombre y a que nos dedicábamos. Poco a poco fui sumando más herramientas de oratoria (ademanes, gestos, voz) y acogiendo de vez en cuando la confianza.

Nunca nos damos cuenta de nuestra capacidad que poseemos y que podemos despertar en nosotros hasta que lo intentamos. Empese a notar que ya hablaba diferente, me paraba firme, miraba a los que me escuchaban, mientras mis manos daban énfasis a mis palabras, y con los gestos, que reflejaban emoción.

No dude en terminar por completo este curso, pues sabía que siendo un verdadero profesional del arte de la palabra, podría obtener muchos logros. Se que fue duro en trabajo de desarrollo, pero la constancia me convenció que con un poco de esfuerzo y mucho ahínco pueda obtener grandes resultados.

Ya era hora de hablar mi discurso ante varios cientos de personas. Ya lo tenía mi discurso. Cada minuto que pasaba una vocecita de inseguridad zumbaba mi cabeza. Sin embargo, la clave para esto era la ardua motivación que había desarrollado mi mente a través de la autosugestión.

Solo pensaba en realizarlo bien, pensaba que es la única oportunidad que tendría. Efectivamente, al terminar me fui de inmediato al baño, pues sentí que algo faltaba, hasta que en unos minutos escuche llamar mi nombre para ser condecorado.

PARA CREAR, PRIMERO HAY QUE CREER en uno mismo, esa es la clave del éxito. Ahora es tu turno de ser un comunicador de tus propias ideas, no esperes más para conocer la mejor versión de ti mismo. SI YO LO LOGRE, TE ASEGURO QUE TU TAMBIÉN LO PUEDES HACER, sé el mejor. Atrévete a formar parta de los pocos que hay en esta mundo, unos verdaderos líderes que utilizan la verdadera palabra en cada uno de los corazones!!!...